Ver con el corazón es una bella expresión del pueblo amazónico candoshi que, con su agudo sentido poético, traduce las múltiples maneras de percibir y relacionarse con las formas de vida y seres no visibles que comparten el territorio con las comunidades indígenas de la cuenca del río Amazonas. El corazón “ve” de diferentes modos, lo que implica una compleja sinestesia mediada por lazos no sólo intelectuales sino también afectivos que unen a las personas con los bosques que habitan.
Lo más importante es que hay múltiples corazones, humanos y no humanos, que se “ven” entre ellos como entidades diversas. Esta pluralidad de miradas de los seres amazónicos confluye con las prácticas artísticas de los habitantes de la región. Los saberes milenarios de estas comunidades, que se manifiestan especialmente en sus mitologías, chamanismo, rituales y en las sensorialidades que en ellos convergen, se han traducido en las últimas décadas en distintas propuestas plásticas que dialogan con el arte occidental.
Las obras de arte amazónicas constituyen un espacio de encuentro entre epistemes y entre personas indígenas y no indígenas, abriendo la posibilidad de aprendizajes entre universos. A través de narrativas visuales, las/los artistas articulan sus experiencias con comunidades de plantas, animales y otras formas de existencia en la Amazonía, generando repertorios que han renovado el panorama del arte contemporáneo local y global, y tensionando con sus ontologías la lógica del multiculturalismo neoliberal.